El fiscal Juan Pablo Lódola recibió el informe y ahora debe determinar, con los pocos elementos que tiene, una primera hipótesis de lo sucedido.
La muerte del marinero coreano de 63 años cuyo cuerpo apareció flotando en las aguas del Puerto de esta ciudad se produjo por ahogamiento pero el fiscal del caso quiere saber si un corte en el cuello pudo haber sido la causa de la caída.
Ayer el fiscal Juan Pablo Lódola recibió el informe de la Policía Científica en el que el cuerpo médico forense confirma que el deceso fue por asfixia por inmersión.
La identidad del hombre no fue divulgada y por estas horas autoridades del consulado de Corea del Sur se pusieron en contacto con familiares en el país asiático para iniciar los trámites de repatrición de los restos.
El lunes a las 10.30 el cuerpo del marinero integrante de la tripluación del barco “Teisei Maru” fue descubierto flotando cerca de la amarra seis de la Terminal N°2 dársena de ultramar. Personal de Prefectura llegó al lugar y, después de esforzadas maniobras, pudo rescatar el cadáver.
Tras establecerse que era parte de la tripulación totalmente coreana del buque, el ficsal Lódola comenzó con la complicada labor de tomar testimonios para poder reconstruir las últimas horas de vida de la víctima.
La versión que contaron los demás marineros es que en la noche del domingo fueron a comer asado afuera del Puerto y que en el regreso muchos se separaron, entre ellos la víctima, quien habría regresado en soledad.
La data de la muerte es de la madrugada del lunes, de modo que concuerda con su retorno al barco.
Ahora debe resolverse por qué el marinero coreano muerto tenía una corte en el cuello -vital segúm dicen los peritos- y si el corte se produjo durante la caída al mar o fue lo que la desencadenó.